jueves, 30 de octubre de 2008

La Plaza con la Fuente.

El movimiento serpenteante

e ilustrativo,

la agitación temporal,

la vividez inextinguible

de las palomas

al bajar a la tierra

rozando mi cabeza.

La luz, translúcida, ecuánime,

el agua saltando a chorros desde la fuente.

La extraña levedad de la existencia

vuelve mis sueños mas increíbles

en realidad.

Es junio, respiro tanta paz

sentada frente a la fuente,

una paz diferente,

llena de todo,

en todo el instante.



Mis campos pasados

y actuales se juntan,

pero no hay diferencia.

Casi no hay diferencia

entre yo y el mundo.

No hay comentarios: